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Intenciones Escandalosas
Amanda Marel


Cuando Lord Luvington se niega a abandonar su cortejo, Lady Sarah le propone un arreglo. Solo que el precio vaВ  a tener que ser mГЎs que negociado. Lady Sarah puede perder mГЎs que su estatus social y Julian puede perder su corazГіn

Cuando se enfrenta al hecho de haber perdido el apoyo de su padre, un libertino conocido, Lord Julian Luvington, le echa el ojo a Lady Sarah. Ella es tan respetable como debe ser, justo como ha ordenado su padre. Pero la dama no serГЎ fГЎcil de convencer. Lady Sarah Roseington estГЎ decidida a casarse por amor, o no casarse directamente, y ella harГЎ lo que sea para obtener la libertades que son concedidas a los hombres. Un sinvergГјenza como Lord Luvington puede destruir su tan preciada reputaciГіn, pero casarse con Г©l, tambiГ©n le ofrece las oportunidades que no puede conseguir por sГ­ misma. ВїQuГ© debe hacer una dama? Cuando Lord Luvington decide abandonar su cortejo, Lady Sarah le propone un arreglo. Solo que el precio va a tener que ser mГЎs que negociado. Lady Sarah puede perder mГЎs que su estatus social y Julian puede perder su corazГіn








Intenciones escandalosas




ГЌndice


Avant-propos (#u8809dbe9-beaf-571b-87d0-ce05b7276a08)

IntroducciГіn (#u405165b9-2098-5f6a-873a-3237cc0c237c)

Otras Obras de Amanda Mariel (#uac51c0cb-c54b-5a09-9bb6-1a40f906dea0)

CapГ­tulo 1 (#u2ed7743a-e907-5d1a-9bda-2c19eae22fd3)

CapГ­tulo 2 (#u52a7b4c4-ecc3-5673-9f35-5d5e9994615c)

CapГ­tulo 3 (#u28cd7c7e-0e7b-53b2-9709-eaeba11925ee)

CapГ­tulo 4 (#udbe4079d-8174-581f-9b14-337facc01e7c)

CapГ­tulo 5 (#uaa29dc7f-9d4f-58ae-8762-096efc1c7d63)

CapГ­tulo 6 (#u66d70434-6587-59dd-aec5-096c7ad89eb5)

CapГ­tulo 7 (#u90b533e5-f75a-5a3e-bc4f-38ab4409dc92)

CapГ­tulo 8 (#u9d30ebef-7ea5-58df-966e-96df3572cb00)

CapГ­tulo 9 (#u16b28e49-87d4-54d8-befe-14219b09fa90)

CapГ­tulo 10 (#ud328cf08-ad7f-5199-bb8e-8da574be63ee)

CapГ­tulo 11 (#u76bf59d4-f673-5656-8a53-a820c2e09319)

CapГ­tulo 12 (#u4d97e185-4cdc-5828-9939-c8a7b430f151)

CapГ­tulo 13 (#uffa36f26-a2a2-5acc-81e2-e32b40f1acc2)

CapГ­tulo 14 (#uec2d8f11-f061-5e4a-9bee-45979057b75e)

CapГ­tulo 15 (#ua007e4c1-3077-5912-915c-3a795247af66)

CapГ­tulo 16 (#u86ad01d6-e433-5741-8cbd-df15cda66daf)

CapГ­tulo 17 (#ua449394b-f734-50a9-b1f0-f1e24b12d2c8)

CapГ­tulo 18 (#u9ec51e15-2322-5aee-b0cb-8a3508761435)

CapГ­tulo 19 (#u8d677c54-ae78-5507-9be5-c05c6a22e54e)

CapГ­tulo 20 (#ue1933817-2a09-5f7e-835c-648c5ff2174c)

EpГ­logo (#u147a80a2-a98b-585c-bc74-ffe42de4eee9)

RedenciГіn escandalosa (#u3cb8d316-dd10-5c2d-b90b-61567f41c3bf)

Capitulo 1 (#u214a8dc2-f807-5879-bf77-58e9e4ae9bbf)

Acerca del Autor (#u0a6fc539-5921-5df6-96e6-aa43b8734439)

Agradecimientos (#uddddc06c-f047-58aa-ab95-bab800db5dc0)

Postfacio (#u1ad951c3-28e4-5829-a497-7e48f7ec8b33)


Intenciones escandalosas

Damas y sinvergГјenzas, Libro 2

La Autora mГЎs vendida segГєn USA Today

Amanda Mariel


Esto es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginaciГіn del autor o se utilizan de manera ficticia.

Copyright В© 2015 Amanda Mariel

Todos los derechos reservados.

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, o almacenada en un sistema de recuperaciГіn, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrГіnico, mecГЎnico, fotocopiado, grabado o de otra manera, sin el permiso expreso por escrito del editor. Publicado por Brook Ridge Press.

Publicado por Amanda Mariel

Arte de portada de Mandy Koehler Designs


Esta es para los fanГЎticos de Iniciativas Escandalosas. ВЎTodos ustedes significan mucho para mГ­!




IntroducciГіn


PresentaciГіn de la Autora

Intenciones escandalosas es el segundo libro que escribГ­ y ocupa un lugar especial en mi corazГіn. Es el primer libro que me pidieron mis fans. Cuando escribГ­ el primer libro de esta serie no estaba destinado a ser una serie, pero entonces ocurriГі algo increГ­ble. La gente realmente comprГі mi trabajo, lo leyГі, y ВЎpidiГі mГЎs! Estaba tan nerviosa escribiГ©ndolo, porque no querГ­a decepcionar a nadie. Cuando saliГі a la venta estaba hecha un manojo de nervios, esperando a ver quГ© pensaban los fans del libro uno, sobre el libro dos.

Para mi continuo asombro ellos querГ­an mГЎs. ВЎAhora he convertido Damas y SinvergГјenzas en una serie de cinco libros! Me siento honrada de hacer lo que amo y agradezco a todas y cada una de las personas que compran mis libros. ВЎВЎTodos ustedes son increГ­bles!!




Otras Obras de Amanda Mariel


TГЌTULOS DE AMANDA MARIEL

La serie Damas y sinvergГјenzas

Esfuerzos escandalosos

Intenciones escandalosas

RedenciГіn escandalosa

TГ­mida Escandalosa

PrГіximamente en la serie Damas y SinvergГјenzas

RelaciГіn escandalosa

Serie de amor legendario

Encantada por el Conde

Cautivada por el CapitГЎn

Seducido por Lady Elianna

Encantada por el Duque

La serie de Credo de Lady Archer

**Amanda Mariel escribiendo con Christina McKnight**

Theodora

Georgina

Adeline

Josephine

CompilaciГіn de Credo de Lady Archer

Serie "El escГЎndalo se encuentra con el amor".

ГЃmame solo a mГ­

PrГіximamente en la serie "El escГЎndalo se encuentra con el amor"

EncuГ©ntrame amor

La serie "El beso de un pícaro”

Su perfecta pГ­cara

Próximamente en la serie “El Beso de un Pícaro”

Su perfecta sinvergГјenza

Su perfecto VГЎndalo

TГ­tulos independientes

El legado del amor

Cita a la luz de la luna

PrГіximamente

Un beso encantador

El malvado Club de los Condes

**TГ­tulos de Amanda Mariel**

El Conde de Grayson

PrГіximamente en el Club de los Malvados Condes

El Conde de Edgemore

Conectado por un beso

**Estas estГЎn diseГ±adas para que puedan ser independientes**

CГіmo besar a un pГ­caro (Amanda Mariel)

Un beso en Navidad (Christina McKnight)

El beso de Navidad de una tГ­mida (Dawn Brower)

PrГіximamente la serie "Conectados por un beso"

Robandose el beso de un pГ­caro (Amanda Mariel)

El beso de Navidad de una gitana (Dawn Brower)

El beso de Navidad de un duque (Tammy Andresen)

Recopilaciones y antologГ­as

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CapГ­tulo 1


Londres 1843

Sarah sabГ­a exactamente quГ© clase de hombre era. Todo Londres lo sabГ­a. Era el tipo de caballero con el que ninguna mujer respetable deberГ­a relacionarse.

TomГі una copa de champГЎn y mirГі a su alrededor. Por tercera vez esa noche, su mirada se encontrГі con la de Г©l. Lord Julian Carrington, el MarquГ©s de Luvington. Ella se quedГі allГ­ un momento, contemplando su despreciable y deliciosa mirada. Se apoyГі en una columna blanca, con sus ojos verdes bailando a la luz de la lГЎmpara. MaldiciГіn. Cada vez que se daba vuelta, lo encontraba mirГЎndola. ВїNo habГ­a nada que pudiera hacer para escapar de su atenciГіn?

Una sonrisa se extendiГі por sus labios, enviando una rГЎfaga de calor a sus mejillas. Cuando Г©l le guiГ±Гі un ojo, ella volviГі a prestar atenciГіn a Grace Stratton, la Duquesa de Abernathy. "ВїLe gustarГ­a dar un paseo por la terraza?"

Sarah simplemente tenГ­a que romper su conexiГіn con el notorio Don Juan, y salir de la habitaciГіn proporcionarГ­a el perfecto escape a sus atenciones.

Grace cerrГі su abanico. "Una idea esplГ©ndida". Ella girГі y se moviГі a travГ©s de una marea de coloridos vestidos de gala, hacia la salida.

Sarah caminГі junto a la duquesa, sin decir una palabra mientras se acercaban a las puertas abiertas. El aire fresco la rozГі al cruzar el umbral, hacia la noche. La brisa se levantГі como si buscara limpiar el calor que se elevaba en sus mejillas al pensar en Lord Luvington y sus miradas no deseadas. SinvergГјenza.

Mirando a Grace, Sarah suspirГі. "ВїPor quГ© cree que nos estaba mirando?"

Grace se rio, moviendo sus bucles color fresa. "A nosotros no, querida. A ti".

Sarah se volviГі hacia ella. "TambiГ©n firmГі mi tarjeta de baile. Pidiendo el Гєltimo vals. Pero, Вїpor quГ©? ВїQuГ© querrГ­a un tipo como Г©l conmigo?"

"Tal vez no sea nada", Grace agitГі su abanico. "Pero hay una forma de averiguarlo".

"Por favor, explГ­quese, Su Excelencia". Sarah la mirГі, con una leve sonrisa en los labios.

"PregГєntale."

Grace dio un paso hacia las puertas de la terraza y Sarah la siguiГі. "Tal vez lo haga". MirГі las estrellas que brillaban en el cielo y cruzГі el umbral. "O tal vez simplemente me niegue. DespuГ©s de todo, el Гєltimo vals es para las parejas".

"No te harГЎ ningГєn daГ±o honrar su peticiГіn."

Excepto que podrГ­a. Una mujer tenГ­a que tener cuidado con un hombre asГ­. Al menos estaban en un lugar pГєblico. ВїQuГ© podГ­a hacerle Г©l aquГ­, en medio de la multitud?

Sarah siguiГі a Grace al salГіn justo cuando el cuarteto tocaba las Гєltimas notas de un vals. Lord Gibbs la estaba esperando en el borde de la pista de baile. Ella asintiГі con la cabeza a Grace, mientras Г©l la guiaba al centro de la sala para su baile. A pesar de su actual pareja, sus pensamientos vagaron donde no deberГ­an. Lord Luvington. Su pulso se acelerГі ante la idea de estar tan cerca del apuesto calavera. Un baile podrГ­a ser tolerable.

No. No deseaba convertirse en el objeto de los chismes del dГ­a siguiente. La idea de que un renombrado libertino se interesara en ella, la preocupГі. Trabajaba duro para mantener su posiciГіn social y no querГ­a que nadie daГ±ara su reputaciГіn. Un escГЎndalo podrГ­a arruinar a una dama mГЎs allГЎ de toda reparaciГіn. Ella lo habГ­a visto ocurrir una y otra vez. Su estГіmago se estrujГі.

"Lady Sarah, Вїme ha oГ­do?"

Sarah parpadeГі y se concentrГі en Lord Gibbs. "Mis disculpas, me perdГ­ en la mГєsica." Ella le dio una sonrisa. "Ahora tiene mi atenciГіn".

"Le preguntГ© si estГЎ disfrutando del baile." La hizo girar a travГ©s de una lГ­nea de otros caballeros y damas vestidos de gala. Los aromas de sus perfumes se fundieron en una exГіtica mezcla de flores y especias.

"En efecto. Lady Vivian se superГі a sГ­ misma. Encuentro el baile fascinante, un Г©xito rotundo, sin duda. De hecho, no puedo recordar la Гєltima vez que haya disfrutado tanto de uno".

"Ni yo tampoco." La hizo girar.

Sarah elevГі su boca educadamente. Lord Gibbs la habГ­a estado cortejando desde la temporada pasada, pero no le gustaba mГЎs que como amigo. Ella habГ­a dejado clara su posiciГіn desde el principio, aun asГ­, Г©l la habГ­a seguido seduciendo. Tal vez esperaba conquistarla. Eso no sucederГ­a. Sarah habГ­a decidido casarse por amor o seguir siendo una seГ±orita durante un tiempo. Pese a la decepciГіn de mamГЎ, habГ­a pasado cuatro temporadas soltera. Su padre, por otro lado, apoyaba totalmente su decisiГіn.

"Se ve encantadora esta noche, Lady Sarah". Lord Gibbs la acercГі mГЎs.

"Gracias, milord. Se ve muy elegante." No era una mentira, era atractivo. Ella simplemente no lo amaba. AdemГЎs, la idea de convertirse en propiedad de algГєn caballero no le atraГ­a demasiado.

La pieza terminГі, y Lord Gibbs la acompaГ±Гі fuera de la pista de baile. Una vez mГЎs, su mirada se posГі sobre Lord Luvington. Por Dios, el hombre seguГ­a cerca de ella. Ella lo estudiГі antes de poder detenerse, observando el ГЎngulo agudo de su mandГ­bula, el brillo de su cabello castaГ±o dorado. Su ardiente mirada azul se encontrГі con la de ella, y le sonriГі con malicia como si supiera cГіmo se veГ­a debajo de su vestido ajustado. Las mejillas de Sarah enrojecieron y ella se dio vuelta.

EspiГі a MamГЎ, sirviГ©ndose una bebida en la mesa de refrescos. Sarah se apresurГі a unirse a ella. Estar cerca de sus padres hacГ­a mucho mГЎs fГЎcil mantener los pensamientos alejados de las cosas prohibidas. Se llevГі una copa de champГЎn a los labios y se colocГі al lado de su madre.

"ВїAdГіnde se ha ido PapГЎ?" TomГі un trago del lГ­quido fresco y burbujeante.

"QuerГ­a hablar con tu hermano. VolverГЎn en un momento." MamГЎ dirigiГі su mirada hacia Lord Luvington. "Parece que has conseguido un nuevo admirador."

Las mejillas de Sarah ardieron cuando lo pillГі observГЎndola, su mirada recorriГі su amplio pecho. ВїQuГ© se sentirГ­a al estar envuelta en sus brazos? AbriГі su abanico, refrescГЎndose. Demasiado para mantener sus pensamientos limpios. "Es escandalosa la forma en que me mira."

"TonterГ­as hija, deberГ­as sentirte halagada." La madre apoyГі su mano enguantada en su pecho. "No es algo cotidiano para ti llamar la atenciГіn de un marquГ©s."

Sarah inhalГі bruscamente y cerrГі su abanico. ВїHabГ­an perdido todos la cabeza? "Madre, es un conocido mujeriego".

"CГЎlmate, querida. No te dije que te casaras con Г©l, sГіlo que te halagaras con su atenciГіn. Aunque ya es hora de que consideres encontrar un esposo. QuizГЎs un caballero de mejor gusto se inspirarГЎ con la atenciГіn que Lord Luvington te otorga".

Alguien aclarГі su garganta. Sarah echГі un vistazo detrГЎs de ella, su corazГіn se acelerГі.

"ВїCon quГ© atenciones deberГ­a halagarse mi querida flor?" Su Padre mirГі a Sarah y a su esposa.

La madre le sonriГі a su marido. "No es nada, de verdad. No te molestes con eso, amor." Puso su mano bajo su brazo.

Г‰l le dio una palmadita, y luego mirГі a Sarah. "ВїEstГЎs disfrutando de la noche, querida?"

"En efecto, papГЎ". Si mamГЎ creГ­a que lo mejor era ocultar a papГЎ la identidad de su admirador, lo harГ­a.

"ВїY me harГЎs saber si las atenciones de dicho caballero cruzan la lГ­nea?"

Sarah asintiГі con la cabeza, moviendo sus pendientes. "SГ­, papГЎ".

"Muy bien. DiscГєlpanos entonces." Le brindГі a su esposa una sonrisa. "He estado esperando para mostrar a tu encantadora madre en la pista de baile."

Sarah inclinГі su cabeza hacia el elegante claro de mГЎrmol. "SerГЎ mejor que te des prisa, no sea que pierdas tu oportunidad." LlevГі su copa de cristal a sus labios.

MamГЎ sonriГі mientras PapГЎ la guiaba a travГ©s de la pista de baile. Tal vez MamГЎ tenГ­a razГіn, no en llamar la atenciГіn de una pareja adecuada, sino en que la atenciГіn de Lord Luvington podГ­a ser inocua. DespuГ©s de todo, no era ella quien actuaba de forma inapropiada. DisfrutarГ­a del resto del baile, y si Lord Luvington insistГ­a en mirarla, que asГ­ fuera.

MГЎs tarde en la noche, Sarah se detuvo y arqueГі la espalda mientras el cuarteto empezaba una nueva melodГ­a. Llevaba horas bailando y le dolГ­an los pies dentro de sus finos zapatos. En varias ocasiones durante la noche, habГ­a visto a Lord Luvington observГЎndola.

Simplemente no podГ­a entender su repentino interГ©s. Muy pronto tendrГ­a la oportunidad de preguntarle directamente sobre su comportamiento hacia ella. Quedaban dos bailes. Sin duda, Lord Shillington la buscarГ­a pronto... y luego Lord Luvington.

Dios mГ­o, la mera idea de bailar el vals final con Г©l, le ponГ­a los nervios de punta. Sus manos comenzaron a temblar. De ninguna manera creГ­a que sus intenciones fueran inocentes. RespirГі hondo y se armГі de valor cuando Lord Shillington se acercГі.

Г‰l se inclinГі. "ВїBailamos?"

Sarah forzГі una sonrisa y pasГі su mano por el brazo que le ofreciГі. Al menos Lord Shillington no era un admirador, era un amigo de la familia. El baile serГ­a mГЎs placentero por eso. Siempre y cuando no le pisara los pies.

Sarah se moviГі al ritmo de la mГєsica mientras Lord Shillington la guiaba en el baile. No pudo evitar buscar a Lord Luvington entre la multitud, sabiendo que su vals era el siguiente.

Se parГі cerca de la puerta de la terraza, y sus miradas se encontraron por un instante antes de que Shillington la girara. Ella se mordisqueГі el labio inferior. Rechazar el baile se considerarГ­a una falta de modales, algo de lo que nunca se la habГ­a acusado. Sarah suspirГі.

"ВїQuГ© te molesta, Lady Sarah?" Un interГ©s genuino se reflejaba en la mirada de Lord Shillington.

OfreciГі una pequeГ±a sonrisa. Aparte de su hermano, Lord Shillington era el Гєnico caballero con el que podГ­a hablar libremente. Nunca la habГ­a juzgado, ni habГ­a compartiГі sus secretos con otros. Sin embargo, Вїella querГ­a discutir esto con Г©l?

"Claramente algo te ha irritado. Puedes decГ­rmelo, sea lo que sea. Tal vez pueda ser de ayuda".

"No es nada". Sarah echГі un vistazo a la terraza por un momento. "SГіlo que, ВїquГ© tan bien conoces a Lord Luvington?"

La boca de Lord Shillington se estrujó con una sonrisa burlona. "¿Finalmente un caballero ha llamado tu atención?”

"Dios, no", dijo sin pensar, y luego se ruborizГі por su groserГ­a. "Pero sГ­ firmГі mi tarjeta de baile".

Shillington la hizo girar, y cuando ella volviГі a su posiciГіn, Г©l dijo, "Lord Luvington es un buen tipo. Juego a las cartas con Г©l en White's de vez en cuando". ParpadeГі. "Probablemente deberГ­a abstenerme de decirte nada de esto".

"ВїAlgo de quГ©? Los caballeros juegan a las cartas todo el tiempo".

"SГ­, por supuesto. Lo que estaba a punto de decirte es de otra naturaleza." Sus mejillas se tiГ±eron de rosa.

Al igual que ella, Lord Shillington era visto como un pilar de la buena conducta moral entre sus pares. La torpeza era una caracterГ­stica en Г©l y se habГ­a ganado una buena reputaciГіn, pero nadie cuestionaba su carГЎcter.

"Ahora simplemente debes decГ­rmelo." Sarah batiГі sus pestaГ±as y formГі sus labios en un mohГ­n.

"Г‰l es mГЎs bien... ВїcГіmo puedo decir esto delicadamente?" MirГі hacia otro lado. "Popular entre el sexo dГ©bil".

"Un Casanova, quieres decir".

Г‰l tragГі, encontrГЎndose con su mirada de nuevo. "No importa. Un baile estarГЎ bien."

"ВїIncluso si es el Гєltimo vals de la noche?"

"Incluso asГ­." Lord Shillington la hizo girar y la trajo de nuevo a sus brazos. "ВїNo te sientes mГЎs tranquila?"

"SГ­, gracias." DejГі que sus ojos se cerraran por un instante. ВїCГіmo sobrevivirГ­a a un baile con un hombre asГ­?

El cuarteto terminГі su pieza, y Lord Shillington llevГі a Sarah hacia Lord Luvington. "He oГ­do que tienes el placer del Гєltimo vals con Lady Sarah".

"En efecto, lo tengo". Lord Luvington le ofreciГі su brazo a ella.

Ella lo mirГі antes de aceptar. Su estГіmago dio un revoloteo no deseado. El calor se extendiГі por su pecho y sus mejillas mientras imaginaba a todos en el salГіn de baile mirГЎndolos. La llevГі al centro de la pista de baile y la tomГі en sus brazos mientras el cuarteto volvГ­a a tocar.

"RelГЎjese, miladi. Es sГіlo un baile."

Mortificada, inclinГі su barbilla. "Estoy relajada". ВїCГіmo sabГ­a Г©l que ella se preocupaba? Sarah dio un suspiro, mientras miraba a las otras parejas.

"Si esto es estar relajada, me dan pena los que estГЎn expuestos a usted cuando no lo estГ©".

Su sonrisa le produjo sensaciones desagradables en su interior.

"Por mi honor, esto es sГіlo un baile".

"No creo que tenga ningГєn honor, milord, ni soy tan tonta como para creer que es un baile inocente." Ella le dirigiГі una mirada. "Quiere algo de mГ­".

Г‰l sonriГі. "Tal vez sГ­."

"EstГЎ perdiendo el tiempo, milord."

"A menos, por supuesto, que esto sea simplemente un baile."

"Acaba de decir que quiere algo de mГ­." Sarah deslizГі su mano libre en la tela de sus faldas. Si fuera menos dama, le darГ­a una bofetada por haber jugado con ella.

"No, dije que tal vez querГ­a algo. Lo que significa que podrГ­a muy bien no querer nada." ArqueГі una ceja oscura y un mechГіn de cabello castaГ±o cayГі sobre su frente.

Santo cielo, ningГєn hombre deberГ­a ser tan atractivo. Ella lo mirГі fijamente a sus ojos verdes. "Basta de juegos. DГ­game lo que quiere, Lord Luvington".

"ВїEsta noche?"

"SГ­, esta noche", respondiГі con los dientes apretados.

"Esta noche, quiero abrazarte".

Su sonrisa desenfadada hizo que su corazГіn casi se detuviera. Se sonrojГі ante la insinuaciГіn y mirГі a las parejas que bailaban cerca. Otra declaraciГіn como esa y seguro que se arruinarГ­a.

La acercГі escandalosamente, inclinГЎndose hasta que sus labios rozaron su oreja. "MaГ±ana quiero conocerte mejor".

El vals terminГі, y antes de que ella pudiera formarse un pensamiento, Г©l se marchГі, dejГЎndola de pie en medio de la pista de baile.

Sola.




CapГ­tulo 2


La mandГ­bula de Lord Luvington se agitГі cuando entrГі en la oficina. No se sorprendiГі al encontrar a su Padre sentado detrГЎs de su majestuoso escritorio de caoba. DespuГ©s de su baile con Lady Sarah, pidiГі su carruaje y recibiГі una misiva pidiendo su comparecencia en la finca ducal. El sol ya habГ­a alcanzado su punto mГЎximo sobre el horizonte pintando el paisaje en tonos naranjas y rosas, cuando Julian ordenГі a su chofer que se apresurara a ir a la hacienda de sus padres. Ahora que habГ­a llegado, sГіlo esperaba terminar la reuniГіn rГЎpidamente.

"Buenos dГ­as, Julian."

"ВїEs asГ­, padre?" Se preparГі para un interrogatorio. El Duque de Tisdale sabГ­a cГіmo obtener las respuestas que querГ­a, mejor que los Peelers. Y Julian no tenГ­a dudas de que su padre planeaba hacerlo responsable.

"Ponte cГіmodo, hijo mГ­o, y hГЎblame del baile de Wexil". Su Padre se inclinГі hacia adelante en su asiento.

Julian tomГі la silla de cuero que estaba delante del escritorio de su papГЎ. "No hay nada que contar. Fue un baile como cualquier otro". El mandato mГЎs reciente de papГЎ y su tenacidad no hicieron nada para ganarse la simpatГ­a de JuliГЎn. Pero entonces, Вїno era asГ­ como siempre habГ­a sido? Su Padre tenГ­a una idea y se la daba a Julian hasta que sucumbГ­a a sus deseos.

El Padre puso una mano sobre su escritorio. "No seas evasivo conmigo. Tu tiempo se estГЎ acabando, Julian. Me temo que no te das cuenta de la gravedad de tu situaciГіn."

Julian inclinГі la cabeza hacia atrГЎs y respirГі hondo. "No hay necesidad de recordГЎrmelo. Soy muy consciente de mi situaciГіn."

Su padre lo observГі. "ВїEntonces te das cuenta de que si no te casas con una dama respetable antes de fin de mes, no recibirГЎs ni un cГ©ntimo mГЎs de mГ­? Te convertirГЎs en un marquГ©s arruinado y seguirГЎs siГ©ndolo hasta que heredes el ducado".

El pulso de JuliГЎn se acelerГі, la ira y la frustraciГіn calentaron su sangre. Las palabras de su padre no eran una mera amenaza. "No puedo sacar a una dama respetable de su casa y fugarme. EstГЎs siendo completamente irrazonable."

Se inclinГі hacia atrГЎs en su asiento. "TonterГ­as, conocГ­ y me casГ© con tu querida madre en menos de quince dГ­as." Sus ojos se movieron, mostrando un raro parpadeo de gentileza hacia ella. "ВїHas empezado al menos a cortejar a una dama respetable?"

"SГ­, lo he hecho. Lady Sarah Roseington. Voy a visitarla esta tarde." JuliГЎn sonriГі con suficiencia; sus palabras tenГ­an un matiz de verdad. Sarah no habГ­a accedido a su cortejo, pero le habГ­a dicho que la visitarГ­a de todas formas.

RecordГі la mirada en su hermoso rostro mientras se alejaba de ella hace unas horas. El recuerdo del fuego en sus ojos violetas y el tacto de su pequeГ±a cintura bajo su mano, hizo que sus entraГ±as se tensaran. Anhelaba pasar sus dedos por sus mechones dorados, para tenerla cerca una vez mГЎs. Para inspirar su dulce aroma.

"Muy bien. SerГЎ una duquesa fina, y su carГЎcter impecable repararГЎ en gran medida el tuyo. No mancilles a la chica antes de casarte con ella." LevantГі una ceja gris, intimidando a su hijo bajo su mirada de color avellana.

Un escalofrГ­o recorriГі a JuliГЎn por las palabras de su padre. "No me atreverГ­a a comprometer a la dama. Ahora, Вїpuedo retirarme? Necesito descansar antes de visitarla".

Un crujido de faldas anunciГі que mamГЎ estaba entrando en la oficina. "ВїVisitar a quiГ©n?" Se acercГі al lado de Julian, poniendo una mano en su hombro. Una brillante sonrisa iluminГі su rostro en forma de corazГіn.

Г‰l sonriГі antes de ponerse de pie para abrazarla. JuliГЎn nunca dejarГ­a de apreciar lo cariГ±osa que era ella en contraste con su duro Padre.

Para ser justos, su Padre probablemente no podГ­a evitar su naturaleza. SegГєn mamГЎ, el abuelo habГ­a tratado a papГЎ de la misma manera. Desafortunadamente, la abuela habГ­a fallecido durante el parto, asГ­ que su padre nunca habГ­a tenido la influencia de un padre cariГ±oso y comprensivo.

"Buenos dГ­as, madre". Julian la liberГі y dio un paso atrГЎs.

Sus ojos verdes, tan parecidos a los suyos, escudriГ±aron su cara. "ВїTe he oГ­do decir que estГЎs cortejando a alguien?" Ella le sonriГі.

"SГ­, Lydia, ha elegido a Lady Sarah Roseington." El padre intervino.

Ella los mirГі a ambos. "QuГ© maravilloso. Es una elecciГіn excelente". Su Madre asintiГі con la cabeza, con sus pendientes brillando. "Como sabes, juego a las cartas con su madre. Lady Sarah se une a nosotros en ocasiones. Es una chica encantadora".

La cabeza de JuliГЎn comenzГі a palpitar. Necesitaba dormir y, lo mГЎs importante, necesitaba alejarse de su padre. Entender su naturaleza no cambiaba lo que Julian sentГ­a por el hombre.

"Estoy bastante fatigado. ВїPuedo retirarme?"

"Muy bien, pero recuerda, el tiempo se estГЎ acabando. No pierdas ni un momento".

Su Madre puso una mano en su brazo. "Puedes retirarse a tu antigua suite, si te complace. HarГ© que te traigan comida y tienes ropa de repuesto en el armario. No hay razГіn para viajar de vuelta a Londres inmediatamente."

"Es una idea esplГ©ndida, madre. Gracias." Julian asintiГі con la cabeza. "Padre".

La subida por las escaleras a su antigua habitaciГіn pareciГі tardar horas. Tan pronto como entrГі, se desplomГі en un sillГіn y se relajГі, dejando que la tensiГіn de su situaciГіn se filtrara fuera de Г©l. Echando la cabeza hacia atrГЎs, permitiГі que sus pesados pГЎrpados se cerraran.

Varias horas mГЎs tarde, se despertГі todavГ­a con su ropa de noche. Una bandeja de plata con un plato de comida frГ­a descansaba en la mesa a su lado. GirГі su cuello para resolver el tortГ­colis de dormir erguido, luego se parГі y se estirГі.

Una mirada superficial por la ventana confirmГі que habГ­a dormido hasta bien entrado el dГ­a. Era demasiado tarde para llevar a Lady Sarah a dar un paseo por Hyde Park como habГ­a planeado. Pero entonces, dudГі que ella hubiera querido ir de buena gana.

No se rendirГ­a tan fГЎcilmente. Julian se quitГі su abrigo de noche y su corbata, y llamГі a un valet para que le ayudara a cambiarse. Se salpicГі la cara con agua frГ­a del lavabo antes de secarla con un paГ±o suave. El espejo reflejaba lo desaliГ±ado que se veГ­a, y sacudiГі la cabeza. Una sombra de bigotes cubrГ­a su mandГ­bula. Le pedirГ­a al valet que lo afeitara.

Llamaron a la puerta y JuliГЎn tirГі la toalla a un lado. "Pase".

"A su servicio, Lord Luvington". El valet se inclinГі.

Julian se sentГі cerca del lavabo y estirГі las piernas, cerrando los ojos mientras el hombre le afeitaba la cara. El momento perfecto para pensar. Necesitaba idear un nuevo plan para ver a Lady Sarah hoy.

ВїPero quГ©? No podГ­a ir a su casa y pedirle compaГ±Г­a a estas horas. Tampoco podГ­a perder el tiempo sin verla.

En el momento en que su Padre le habГ­a ordenado casarse con una mujer de moral sГіlida, se habГ­a decidido por Lady Sarah. Bajo su propia fachada, sospechaba que habГ­a una mujer llena de pasiГіn y fuego. Anoche le habГ­a proporcionado pruebas de que su teorГ­a era correcta. Al menos el fuego estaba allГ­.

No querГ­a que le cargaran con una dama aburrida ni con una debutante con aires de estrella. Lady Sarah habГ­a demostrado no ser ninguna de las dos cosas.

Ya habГ­a disfrutado de varias temporadas, lo que la llevaba a superar la etapa de debutante. SГіlo podГ­a imaginar que permanecГ­a libre porque no querГ­a casarse, o porque deseaba una relaciГіn amorosa. En cualquier caso, eso hacГ­a que verla fuera aГєn mГЎs imperativo.

LlevarГ­a tiempo convencerla. Una mercancГ­a que se le estaba acabando rГЎpidamente.

"Milord".

JuliГЎn abriГі los ojos y el valet le acercГі un ornamentado espejo de plata.

Frotando su mano sobre su suave mandГ­bula, estudiГі el trabajo del hombre. "Muy mejorado".

El ayuda de cГЎmara se trasladГі al armario y seleccionГі pantalones color canela, una corbata blanca almidonada y un abrigo negro. Una vez vestido, JuliГЎn se dirigiГі al comedor donde encontrГі a sus padres disfrutando de una merienda.

"Debes estar hambriento, querido", dijo mamГЎ. "Por favor, Гєnete a nosotros. HarГ© que el personal te traiga un festГ­n".

"Un festГ­n no es necesario. Un bocadillo serГЎ suficiente." Julian sonriГі mientras buscaba un sГЎndwich. Una criada se adelantГі y le llenГі la copa.

"Es un poco tarde para llamar a Lady Sarah ahora", dijo el padre. "No cumplirГЎs tu plazo durmiendo todo el dГ­a como un derrochador de cuentas".

MamГЎ frunciГі el ceГ±o a papГЎ desde su posiciГіn al pie de la mesa. "ВїNo puede nuestro hijo disfrutar de una comida? Dijo que la estГЎ cortejando. Г‰l sabe lo que debe hacer."

"Muy bien, no dirГ© nada mГЎs al respecto." Su Padre bebiГі su vino.

Gracias a Dios por la interferencia de su Madre. Si no fuera por ella, Г©l habrГ­a llegado a las manos con su Padre hace mucho tiempo.

Su Madre lo mirГі. "ВїHas ido a la Гіpera Гєltimamente?"

"No, no puedo decir que sí.” Julián le dio un mordisco a su sándwich.

No le importaba asistir a las Гіperas, a menos, claro, que hubiera una falda que perseguir. La Гєltima vez que habГ­a puesto un pie en un teatro de la Гіpera, lo habГ­a hecho para perseguir a la viuda Greenbrier. Pero ofenderГ­a la sensibilidad de su madre el compartir eso.

"Tu padre y yo asistimos hace quince dГ­as. Lo pasamos muy bien." Ella agitГі su mano en el aire con un toque dramГЎtico. "El Teatro Real de la Г“pera estaba completamente lleno. Todos los caballeros y las damas parecГ­an entusiasmados con el espectГЎculo. Lady Othelia di-"

Julian se puso de pie, habГ­a perdido bastante tiempo. "Debo volver a Londres". Le hizo una inclinaciГіn de cabeza a cada uno de sus padres. "PerdГіname, madre". Г‰l la amaba, pero ella tendГ­a a seguir en los peores momentos.

"SГ­, por supuesto, querido. Se estГЎ haciendo tarde." TomГі su copa de vino.

Julian se arrepintiГі de la forma en que habГ­a tratado a su madre. Ella no parecГ­a en absoluto sorprendida por su brusquedad. Probablemente se habГ­a acostumbrado a ese comportamiento de parte de su padre. Aun asГ­, ella merecГ­a algo mejor.

La esposa de Julian nunca experimentarГ­a tales malos tratos.

Julian se dio vuelta y saliГі de la habitaciГіn antes de que su padre tuviera la oportunidad de hablar. Cuando Г©l llegГі a la entrada, ordenГі que trajeran su caballo, sabiendo que cabalgar serГ­a mГЎs rГЎpido que viajar en carruaje, y luego se parГі en el enorme pГіrtico de piedra para esperar.

SospechГі que los comentarios de su madre se dirigГ­an a Г©l en mГЎs de un sentido. Una sonrisa se dibujГі en su rostro. Tal vez verГ­a a Lady Sarah despuГ©s de todo. Dio un golpecito con el pie y mirГі al horizonte. Si se apresuraba, podrГ­a llegar a Londres mucho antes del anochecer.

Cuando su caballo apareciГі, montГі, ordenando que su carruaje fuera entregado en Londres sin demora. JuliГЎn no esperГі una respuesta del mozo de cuadra antes de espolear a la bestia y salir apresurado de la hacienda de sus padres.

El sol habГ­a pasado su cГ©nit mГЎs alto horas antes de que Julian llegara a su establo en la hacienda Luvington. El anochecer llegarГ­a a Londres en pocas horas. DesmontГі y le tirГі las riendas a un mozo de cuadra. "AsegГєrate de que reciba comida y agua de inmediato".

"SГ­, milord." El mozo de cuadra le hizo una reverencia.

JuliГЎn se dirigiГі hacia su casa con un paso rГЎpido. Necesitaba preparar las cosas para esta noche. Si todo iba bien, estarГ­a en compaГ±Г­a de Lady Sarah al anochecer. Por suerte para Г©l, el MarquГ©s y la Marquesa de Havenshire conocГ­an a su familia de forma amistosa.

Su mayordomo abriГі la puerta de roble inglГ©s del vestГ­bulo cuando Julian se acercГі. "Bienvenido a casa, milord", dijo mientras se inclinaba y luego tomГі los guantes y el abrigo de montar de Julian.

Julian asintiГі con la cabeza y le entregГі su sombrero al sirviente. "EnvГ­e un lacayo a mi oficina en cinco minutos."

"Como desee, milord."

Se dirigiГі a su oficina y se sentГі en su escritorio de madera de cerezo tallada a mano. El aire fresco de primavera que entraba por la ventana le refrescГі los nervios. EscribiГі una invitaciГіn y la dejГі en el escritorio antes de escribir los nombres del MarquГ©s y la Marquesa de Havenshire. DespuГ©s de darla vuelta la cerrГі con su sello de cera.

Julian se frotГі una mano en la cara. Esperaba que la conexiГіn de los Havenshire con su familia fuera suficiente para que aceptaran su invitaciГіn. Si no, el estatus de su padre deberГ­a adaptarse. ВїSe enfadarГ­a Lady Sarah? Esperaba que no, pero tambiГ©n habГ­a disfrutado viГ©ndola enfadada en el baile.

No es que quisiera molestarla, ciertamente no lo habГ­a hecho. Pero la forma en que lo habГ­a atrapado con su mirada y el color rosa claro de sus mejillas habГ­a resultado ser adorable. JuliГЎn sacudiГі la cabeza. No significaba nada. Mientras ella viniera, Г©l se considerarГ­a triunfante.

Un lacayo golpeГі el marco de la puerta, haciendo que apartara la mirada de la invitaciГіn que tenГ­a en la mano.

"Entra". JuliГЎn se puso de pie y se encontrГі con el sirviente a medio camino. SonriГі y le entregГі la invitaciГіn. "Entregue esto al MarquГ©s y a la Marquesa de Havenshire sin demora. TambiГ©n, que alguien envГ­e a mi valet a mi dormitorio".

"SГ­, milord." El lacayo hizo una reverencia, antes de salir a prisa de la habitaciГіn.

Con el pulso acelerado, Julian se dirigiГі a su habitaciГіn. Necesitaba ver a Lady Sarah. Las palabras de su padre rebotaban en su cabeza, y la urgencia llenaba su alma. Pero algo mГЎs lo preocupaba. Le gustaba de verdad la dama, y no podГ­a negar su atracciГіn por ella. Algo lejano al amor, pero un fuego se habГ­a encendido dentro de Г©l cuando la habГ­a tocado en el baile de Wexil.

Esta noche – ella, quizás vendría esta noche.




CapГ­tulo 3


"Miladi".

Sarah echГі un vistazo a travГ©s de sus pestaГ±as a la joven doncella que estaba delante de ella. CerrГі el libro de astronomГ­a en su falda y levantГі la cabeza mientras la criada hacГ­a una reverencia.

"Lady Roseington solicita su presencia en el salГіn."

Sarah asintiГі. Una vez que la criada se fue, apretГі los labios, hundiendo su corazГіn. ВїQuГ© podrГ­a querer su mamГЎ que requiriera interrumpirla? Su Padre habГ­a prometido sacar su telescopio para que pudieran observar los cielos. Ahora tendrГ­a que esperar.

Aun con el libro en su mano, se puso de pie y enderezГі sus faldas de tafetГЎn con su mano libre. CaminГі por los adoquines hacia la casa principal. ВїHabГ­a pasado algo horrible? Su pecho se apretaba con cada paso que daba.

Fuera lo que fuera, debГ­a ser de suma importancia, ya que su madre rara vez la llamaba. La necesidad rara vez se presentaba. Se veГ­an varias veces al dГ­a, arreglando salidas, reuniones familiares y eventos sociales. La Гєltima vez que su mamГЎ la habГ­a llamado, habГ­a sido debido a una crisis familiar. Ella acelerГі su paso.

Entrando por la puerta de una manera muy poco femenina, le pasГі su libro al mayordomo y continuГі hacia el salГіn. Dios, que todo sea como debe ser.

En el momento en que entrГі en el salГіn, su mirada se encontrГі con la de su madre. Estaba sentada en el sofГЎ, cosiendo. La brillante luz del sol entraba por una ventana de cristal y hacГ­a brillar los pГЎlidos cabellos rubios de su Madre en un caleidoscopio de color, mientras ella lentamente sacaba una aguja a travГ©s de la tela que sostenГ­a en su mano enguantada.

Sarah respirГі profundamente e intentГі mantener sus manos temblorosas. Nada parecГ­a estar mal.

MamГЎ dejГі a un lado las costuras y mirГі a Sarah. No habГ­a ni el mГЎs mГ­nimo rastro de preocupaciГіn en su mirada iluminada por sus ojos turquesas.

Sarah se dirigiГі mГЎs hacia el centro de la habitaciГіn. "QuerГ­as verme". Se acomodГі en una silla de terciopelo con respaldo cerca del sofГЎ.

"SГ­, querida. Recibimos una invitaciГіn para asistir a la Гіpera esta noche en Covent Garden, la Г“pera Real". MamГЎ sonriГі. "QuerГ­a asegurarme de que tendrГ­as suficiente tiempo para prepararte." TomГі la mano de Sarah en la suya. "Parece que mi interpretaciГіn de los eventos de anoche fue acertada."

"ВїA quГ© interpretaciГіn te refieres?" Se mordiГі el labio inferior y esperГі la respuesta de su madre. Por favor, que no tenga que ver con Julian Carrington.

"Vaya, tu admirador, por supuesto. Te dije que Lord Luvington parecГ­a estar enamorado de ti. Nos ha invitado a unirnos a Г©l en su palco privado. Es tan maravilloso". ApretГі la mano de Sarah antes de soltarla.

Sarah enderezГі su espalda y desviГі su mirada. "Es horrible, madre. Es un notorio libertino". Le devolviГі la mirada a Madre. "Nada bueno puede salir de esto". Se puso de pie y caminГі hacia la chimenea antes de volverse. "Piensa en mi reputaciГіn."

"Cuida tus modales, Sarah. Piensa en el daГ±o que sufrirГ­a nuestra reputaciГіn si nos negamos. SerГ­a una groserГ­a negar la invitaciГіn, considerando que su padre es un duque". MamГЎ la mirГі. "Hazlo, ven y siГ©ntate de nuevo. Tu reputaciГіn no se verГЎ empaГ±ada por el simple hecho de estar en su compaГ±Г­a."

Sarah hizo lo que su mamá le pidió, exhalando mientras se sentaba en la silla. "Por supuesto, mis disculpas.” Apoyó sus manos en su regazo.

MamГЎ inclinГі su barbilla hacia Sarah y le sonriГі. "Pensar que podrГ­as ser una duquesa algГєn dГ­a. Mucho mejor para ti que el camino acadГ©mico que sigues actualmente".

Sarah cerrГі los ojos por un momento y al abrirlos se encontrГі con la mirada de su Madre. "Sabes perfectamente bien que pretendo casarme por amor o no casarme, Madre. No podrГ­a amar a un Don Juan porque sГіlo me romperГ­a el corazГіn. Nada me harГЎ cambiar de opiniГіn." ВїPor quГ© mamГЎ seguГ­a luchando con ella por esto?

Las mejillas de su Madre adquirieron un tono escarlata, ella se parГі y se dirigiГі a la puerta. "SГ© cuГЎl es tu postura sobre el tema, pero no te harГЎ daГ±o hacerle compaГ±Г­a a Lord Luvington. Tu padre y yo estaremos allГ­ tambiГ©n. Espero que te prepares adecuadamente y al menos finjas estar agradecida por la invitaciГіn."

Se dio vuelta para mirar a Sarah, su boca formando una fina lГ­nea. "Muchas damas se sentirГ­an honradas de pasar su tiempo con un poderoso y apuesto marquГ©s."

Sarah se tragГі su respuesta. No ganarГ­a terreno argumentando acerca del tema. Se puso de pie y se puso una mano en el abdomen mientras su estГіmago se retorcГ­a. "Me comportarГ© de la mejor manera posible, Madre".

"Eso estГЎ mejor. Ahora, prepГЎrate." Los ojos de su madre brillaron.

Sarah asintiГі y se moviГі mГЎs rГЎpido de lo que una dama deberГ­a, desde el salГіn y hacia las escaleras. Anhelaba el santuario de su habitaciГіn.

"Usa ese nuevo vestido violeta que ordenamos hace quince dГ­as, te realza los ojos", le gritГі su mamГЎ.

DeteniГ©ndose, Sarah mirГі por encima del hombro. "Muy bien, madre". AgarrГЎndose a la barandilla, subiГі rГЎpidamente las escaleras. No le importaba en absoluto cГіmo veГ­a sus ojos el sinvergГјenza. Si fuera menos dama, se vestirГ­a con harapos para asustarlo.

Lord Luvington sin duda destruirГ­a su reputaciГіn. Nunca mГЎs se le permitirГ­a estar en una sociedad educada si Г©l continuaba persiguiГ©ndola. O peor aГєn, se verГ­a obligada a casarse con Г©l.

Sarah se estremeciГі cuando entrГі en su habitaciГіn y se sentГі ante su tocador. LevantГі una mano y se puso un rizo entre sus dedos, moviГ©ndolo entre ellos mientras se inquietaba. ВїCГіmo podГ­a su mamГЎ suponer que ella permitirГ­a que un canalla la cortejara?

Le importaba un bledo que Г©l estuviera en la cola de un ducado. No habГ­a hecho nada para remediar su daГ±ada reputaciГіn.

ВїPodrГ­a ser ese su punto de vista? MirГі su reflejo en el espejo biselado. ВїEra posible que intentara reparar su deplorable reputaciГіn pasando tiempo con ella?

Su pensamiento podГ­a ser verdadero. Tal vez ella habГ­a descubierto cГіmo deshacerse de su atenciГіn no deseada. SoltГі el mechГіn de pelo con el que habГ­a estado jugando y sonriГі. ВїPodrГ­a ser tan simple?

Al quitar el banco de terciopelo de felpa, se moviГі hacia la cuerda de llamada. Una nueva claridad se desplegГі a su paso. DespuГ©s de llamar a su criada, Sarah se colocГі junto a la ventana arqueada y se aferrГі a la cortina de muselina con una mano mientras miraba fijamente a Londres. Contemplando. Si estaba en lo cierto, serГ­a imperativo hacer que Lord Luvington la viera menos como una dama. ВїPodrГ­a llevar a cabo un plan para alejarlo sin daГ±ar su reputaciГіn?

QuГ© desafortunado que Amelia no pueda estar aquГ­ ahora. Ella tendrГ­a un plan. Sarah se rio de su participaciГіn en las travesuras de la temporada pasada. Apenas podГ­a creer que Amelia la convenciera de ayudar. Y tambiГ©n a la Duquesa de Abernathy. La forma en que las tres conspiraron fue totalmente escandalosa.

Si Amelia no estuviera esperando su primer bebГ©, estarГ­a aquГ­ para ayudar. Cuando se fue con el Duque de Goldstone a Escocia, tenГ­a casi garantizado que volverГ­a para esta temporada. Desgraciadamente, la naturaleza tenГ­a otros planes, y ВїquiГ©n podrГ­a lamentar una nueva vida?

Un crujido llamГі la atenciГіn de Sarah, y mirГі hacia la puerta. Su criada, Greta, entrГі. "ВїEn quГ© puedo ayudarla, miladi?"

"Necesito ayuda para prepararme para la Гіpera." Sarah sonriГі un poco.

"HarГ© que suban la baГ±era de inmediato, miladi". Hizo una reverencia y se fue.

Sarah volviГі a sentarse ante su tocador. DespuГ©s del baГ±o, le pedirГ­a a Greta que le ajustara el corsГ© para crear mГЎs escote y colocarse el vestido que su mamГЎ le habГ­a pedido. Un peinado elegante y un ligero colorante completarГ­an el conjunto.

Planeaba lucir impresionante esta noche y un poco menos apropiada de lo que normalmente lo hacГ­a. SerГ­a un buen lugar para empezar si sus sospechas se sostenГ­an. En cuanto al resto, bueno, algo se le ocurrirГ­a.

PasГі su baГ±o reflexionando sobre su situaciГіn. Cada complot que consideraba corrГ­a el riesgo de empaГ±ar su reputaciГіn, y no podГ­a soportarlo. Mantener su buena posiciГіn en la sociedad era de suma importancia. Sin embargo, vestirse un poco extravagantemente no le harГ­a daГ±o y podrГ­a ser suficiente para rogarle que se fuera. Muchas damas respetables llevaban vestidos igual de atrevidos.

ВїY si su intento de perder el interГ©s de Г©l tenГ­a el efecto opuesto en su sensibilidad? Ella cerrГі los ojos e inclinГі su cabeza hacia atrГЎs contra el costado de la baГ±era, permitiendo que el agua con aroma a jazmГ­n la relajara. Simplemente tendrГ­a que arriesgarse y rezar para que no lo hiciera.

Mientras Greta ayudaba a Sarah a ponerse la ropa interior, su mente volviГі a Lord Luvington. Simplemente tenГ­a que encontrar una manera de perder el interГ©s del Casanova.

LlamarГ­a a Lady Abernathy maГ±ana para discutir su teorГ­a. Seguramente la duquesa tendrГ­a algunas ideas. Esperaba, contra toda razГіn, tener algo a lo que aferrarse. Por esta noche, se centrarГ­a en mostrar a Lord Luvington lo impropia que podГ­a ser, sin escandalizarse.

Greta le colocГі el vestido a Sarah, sacГЎndola de sus cavilaciones. Sarah aspirГі su abdomen y mirГі a la puerta. Su ansiedad le producГ­a cosquillas en su espalda, mientras se acercaba el momento de partir. Se imaginГі que ir a la horca serГ­a menos angustioso.

"Miladi, Вїle gustarГ­a que le arreglaran el cabello ahora?" Greta extendiГі el brazo indicando el tocador de Sarah, cargado con pequeГ±os frascos de perfume y peines adornados con perlas. Su colorete estaba ubicado a un lado, todavГ­a en su caja.

"En efecto". Sarah se moviГі al otro lado de la habitaciГіn. "Quiero que lo arregles con un estilo mГЎs elegante de lo normal. Tanto trenzas como rizos, con algunos rizos mГЎs largos sobre mi hombro izquierdo", dijo Sarah, mientras se sentaba en el mullido banco de terciopelo.

Sarah mirГі en el espejo como Greta le formaba trenzas en su cabeza y arreglaba sus rizos de una manera muy atractiva. El esfuerzo agradarГ­a a su mamГЎ.

SonriГі ante su reflejo cuando su mamГЎ entrГі en la habitaciГіn, la cruzГі y se colocГі cerca del tocador. Estaba de pie con una sonrisa satisfecha descansando en sus labios.

Sarah esperГі que hablara, pero no pronunciГі ni una palabra. En cambio, su Madre se acercГі y extendiГі su mano. "Me gustarГ­a que te pusieras mis amatistas". DesplegГі sus grГЎciles dedos, revelando las brillantes piedras pГєrpuras engarzadas en plata pulida.

Sarah se encontrГі con la mirada de su Madre. "SerГ­a un honor".

Su Madre le entregГі a Greta las joyas y vio con ojos brillantes cГіmo la doncella se las colocaba a Sarah. Greta enderezГі su postura antes de hacer una reverencia. "Miladi, Вїse requiere algo mГЎs de mГ­?"

"No". Sarah asintiГі con la cabeza, antes de dirigirse a su madre.

Su Madre deslizГі sus dedos por una de las trenzas que coronaban la cabeza de Sarah. "Eres una visiГіn, querida".

Por primera vez, hoy estaba de acuerdo con su mamГЎ. Un escalofrГ­o la invadiГі, pero no pudo identificar si era por la emociГіn o por el presentimiento. "Gracias".

"Date una vuelta y dГ©jame ver el efecto completo."

Sarah girГі en cГ­rculo, y luego dijo. "ВїVamos?"

"SГ­, claro". Su Madre se dirigiГі a la puerta.

Sarah caminГі a su lado mientras atravesaban las escaleras y entraban en el vestГ­bulo. Un lacayo la ayudГі a ponerse su capa de terciopelo negro. Luego aceptГі el brazo de su papГЎ, permitiГ©ndole que la guiara hasta su carruaje de espera.

Su pecho se estrechГі cuando se sentГі en el asiento que daba al frente. Por favor, no me dejes hacer una estupidez. RespirГі hondo y se preparГі para la noche que se avecinaba.




CapГ­tulo 4


Julian estaba de pie como si fuera una estatua tallada en piedra con la mirada fija en la entrada del salГіn. Elegantes damas y caballeros lo rodeaban con una rГЎfaga de sedas y satenes. Sus risas y conversaciones impregnaban el aire a su alrededor, pero ninguna le interesaba.

ВїPor quГ© no habГ­a llegado aГєn Lady Sarah? AhogГі una rГЎfaga de impaciencia. Ella no rechazГі su invitaciГіn. ВїVerdad?

"Luvington, quГ© casualidad encontrarte aquГ­".

Julian girГі y sonriГі. "Shillington. Lady Jane" AsintiГі con la cabeza a los hermanos.

Lady Jane batiГі sus pestaГ±as. "Buenas noches, Lord Luvington".

"En efecto". Julian volviГі a prestar atenciГіn a la entrada. Lo serГ­a si LadySarah estuviera aquГ­. Maldita sea, ВїllegarГЎ alguna vez? Su corbata parecГ­a apretarle la garganta. Se estirГі para reajustarla antes de volver a prestar atenciГіn a los hermanos.

Lord Shillington le dio una palmadita en la mano a su hermana. "Lady Jane insistiГі en salir esta noche. Me tocГі a mГ­ ser su acompaГ±ante. ВїQuГ© te trae a la Гіpera? No te he visto aquГ­ esta temporada". InclinГі la cabeza. "Ni por mucho tiempo, ahora que lo pienso".

Julian echГі otra mirada a la entrada. "He oГ­do que vale la pena ver el espectГЎculo de esta noche."

Lady Jane se rio. "Es de lo Гєnico que hablan todos Гєltimamente. Por lo que parece, es maravillosamente entretenido."

Julian echГі un vistazo a la entrada. Lady Sarah entrГі en la habitaciГіn del brazo de su padre. Una sonrisa se dibujГі en su cara. Envuelta en seda violeta y encaje, era una maravilla. Las amatistas brillaban en los lГіbulos de sus orejas, y una colgaba peligrosamente bajo su escote, dibujando un ojo. Г‰l se admirГі al verla, deleitГЎndose con todo, desde su pelo a la moda, hasta el balanceo de sus faldas en el suelo de mГЎrmol.

Sus miradas se encontraron por un momento, pero entonces ella se volviГі hacia su padre, desairГЎndolo efectivamente. La pequeГ±a pГ­cara debe estar enojada. Una cosa pequeГ±a, considerando que ella habГ­a aparecido. No se necesitarГ­a mucho para convencerla de que se volviera un poco mГЎs agradable. Al menos esperaba que lo hiciera.

Julian volviГі a prestar atenciГіn a los hermanos. "Si me disculpan, la Гіpera va a comenzar".

"SГ­, por supuesto, disfruta de la Гіpera." Lord Shillington asintiГі.

"Un placer, milord." Lady Jane dijo. Hizo un gesto hacia la entrada con su abanico y luego mirГі a su hermano. "Lady Sarah ha llegado. Vamos a saludarla".

"Por supuesto". Shillington sonriГі a su hermana antes de volverse hacia el marquГ©s. "Disfruta de tu velada, Lord Luvington."

EsplГ©ndido, la pareja se quedarГ­a con Г©l e invadirГ­a su tiempo con ella. Julian se tragГі su irritaciГіn. "Resulta que los Havenshire son mis invitados".

"Caminemos juntos entonces, Lord Luvington." Lady Jane tomГі el brazo de su hermano.

Julian observГі a Sarah mientras se acercaban. Sus ojos brillaban con una esplГ©ndida tonalidad violeta, y sus grandiosos pechos color crema se asomaban por el escote de su vestido. Sus entraГ±as se movieron al verla. ВїLe permitirГ­a ella que la abrazara? ВїBesarla apasionadamente? Г‰l tragГі fuerte sabiendo que no habrГ­a nada de eso.

El MarquГ©s de Havenshire se inclinГі cuando JuliГЎn se acercГі. "Buenas noches, Lord Luvington".

"Buenas noches". Julian sonriГі. "Me siento honrado de que hayan aceptado mi invitaciГіn".

"No hay ningГєn otro lugar en el que quisiГ©ramos estar". La Marquesa de Havenshire sonriГі.

Julian echГі un vistazo a Lady Sarah. Ella se puso a su izquierda, en una profunda conversaciГіn con Lord Shillington y Lady Jane. Una punzada de algo inoportuno le golpeГі, y frunciГі el ceГ±o. VolviГі a prestar atenciГіn al MarquГ©s y a la Marquesa de Havenshire. "ВїVamos a mi palco? La Гіpera comenzarГЎ en breve."

"Muy bien". Lord Havenshire ofreciГі su brazo a Lady Havenshire. "Sarah, ven con nosotros."

Lady Sarah sonriГі a su padre, y luego le sonriГі a Lady Jane. "Parece que debo irme." MirГі a Julian, haciendo pucheros con sus labios rosados. "Es una pena que no podamos disfrutar del espectГЎculo juntos." Le lanzГі las palabras al pasar.

Maldita sea, ella claramente deseaba que Г©l invitara a Lady Jane y a Lord Shillington a acompaГ±arlos. ВїCГіmo conseguirГ­a Г©l algo de su tiempo? ВїQuГ© opciГіn tenГ­a? Si ignoraba su peticiГіn, ella se enfadarГ­a con Г©l y la noche serГ­a una pГ©rdida total. GirГі y mirГі a Lord Shillington. "ВїLes gustarГ­a a ti y a Lady Jane unirse a nosotros en mi palco?"

"SerГ­a un honor." Lady Jane se volviГі hacia su hermano.

"SГ­, por supuesto. Estamos encantados de aceptar la invitaciГіn."

Lady Sarah le sonriГі a Julian. "EsplГ©ndido. Vamos al palco".

Julian le dedicГі una sonrisa desenfadada. "Como desee, miladi." GuiГ±Гі un ojo y vio como un rubor oscurecГ­a sus ya rosadas mejillas. ВїHabГ­a visto alguna vez una vista mГЎs hermosa?

Lady Sarah envolviГі su mano alrededor del brazo ofrecido de Lord Shillington. SonriГі a Julian mientras Lady Jane tomaba el suyo. Su mano enguantada se aferrГі con fuerza. ParecГ­a que no tendrГ­a suerte esta noche. Al menos no en lo que se referГ­a a Lady Sarah. Julian mirГі fijamente a Shillington, con sus entraГ±as ardiendo.

TenГ­a que recordar que Lady Sarah y Shillington no eran mГЎs que amigos. Aun asГ­, una ola de disgusto lo invadiГі. La pareja ciertamente parecГ­a ser Г­ntima en ese momento. Lady Sarah se acercГі demasiado a Shillington y se rio mientras caminaban.

ВїCelos? Julian se quitГі la tonta idea de la cabeza. Por supuesto que no. IrritaciГіn era lo que sentГ­a. Г‰l sГіlo querГ­a tomarle la mano, y, en ese momento, Shillington se estaba interponiendo en su camino. Una situaciГіn que pronto corregirГ­a.

Habiendo llegado al palco, se detuvo y se volviГі hacia quienes lo acompaГ±aban. Su mirada alcanzГі la de Lady Sarah, y extendiГі su brazo, indicando la entrada. "Las damas primero".

Una vez que las damas ingresaran, los hombres tendrГ­an que esperar a que Г©l entrara antes de poder seguirlo. Era la oportunidad perfecta para separar a Shillington de ella.

Lady Sarah le echГі una mirada y entrecerrГі los ojos al pasar. DespuГ©s de que Lady Jane entrara, Г©l mismo entrГі en el palco, seguido por Lord Havenshire, y luego Shillington.

Lady Sarah estaba cerca de la barandilla, la luz de gas iluminando su perfil mientras miraba hacia abajo en la fosa. Sus entraГ±as se apretaron, y le dolГ­a no poder tocarla. Se acercГі a la parte delantera del palco, distante de ella.

Su aroma cautivГі sus sentidos y despertГі su imaginaciГіn a toda velocidad. Los pensamientos de abrazarla, acariciarla, llenaron su mente.

JuliГЎn se dirigiГі a los demГЎs antes de perder completamente la compostura. "Por favor, elijan un asiento y pГіnganse cГіmodos."

Lord Havenshire se sentГі junto a su esposa. "Lord Shillington, Вїno se sentarГЎ con nosotros? Puede ponerme al dГ­a sobre cГіmo le va a mi hijo. No he tenido la oportunidad de pasar mucho tiempo con Г©l desde su boda".

Lord Shillington se acercГі, tomando el asiento libre junto a Lord Havenshire. "Le va muy bien. Parece que el matrimonio le sienta bien".

JuliГЎn dirigiГі su atenciГіn a Lady Jane e indicГі una silla. "Este asiento proporciona una excelente vista del espectГЎculo."

Lady Jane se ubicГі. "Gracias, Lord Luvington."

Ahora, sГіlo quedaban dos asientos. No importaba cuГЎl eligiera Lady Sarah, ella estarГ­a cerca de Г©l, y lo mГЎs importante, separada de Shillington. Gracias a la providencia por los pequeГ±os favores. Julian se volviГі hacia la pequeГ±a descarada. "Lady Sarah, tome asiento". Г‰l puso su mejor sonrisa cuando ella lo mirГі.

Su mirada ardiГі. "Prefiero quedarme de pie. Mis piernas necesitan estirarse despuГ©s del paseo en carruaje".

Testaruda, luchadora y hermosa, todas las cualidades que admiraba. Pero maldiciГіn, estaba siendo difГ­cil. Nunca pensГі que la ganarГ­a fГЎcilmente, pero ВїdebГ­a ser tan resistente a sus encantos?

MirГі fijamente el mural del techo. Nada de lo que pudiera hacer la harГ­a sentarse si no lo deseaba. JuliГЎn exhalГі y le echГі una mirada a hurtadillas. Tal vez un nuevo enfoque.

"Lady Havenshire, si le complace, es bienvenida a unirse a Lady Jane en primera fila. La vista es mucho mejor aquГ­ arriba, y me gustarГ­a sentarme con los caballeros."

"Una idea esplГ©ndida, gracias." Se puso de pie.

Se moviГі a la parte de atrГЎs y reclamГі un lugar con los otros caballeros. Por asГ­ decirlo, estarГ­a directamente detrГЎs de Lady Sarah. Aun asГ­, lo suficientemente cerca para interactuar si se presenta la oportunidad. La observГі un momento, y luego se uniГі a la conversaciГіn entre Lord Havenshire y Lord Shillington.

Las luces se encendieron, iluminando el escenario. Lady Sarah se moviГі al asiento libre mientras el teatro permanecГ­a en silencio. Se detuvo frente a Г©l y lo observГі un momento antes de mirar a su padre y a Lord Shillington. El pecho de JuliГЎn se apretГі cuando les ofreciГі una sonrisa impresionante, luego se dio vuelta y tomГі su asiento, ignorГЎndolo.

La descarada estaba muy enfadada e intentaba hacerle pagar por ello. CerrГі los ojos. La pensГі como una potra salvaje, grГЎcil, pero llena de coraje al mismo tiempo. Le encantaban los desafГ­os.

La atenciГіn de JuliГЎn pasГі de los actores en el escenario a la seductora mujer delante de Г©l. Lo que darГ­a por extender su mano y pasarla por sus pГЎlidos rizos, por su espalda y por su trasero redondeado. Se inclinГі hacia adelante e inhalГі, llenando sus sentidos con su exГіtico aroma.

Lady Jane susurrГі algo al oГ­do de Lady Sarah. Cuando Lady Sarah girГі para responder, lo mirГі a hurtadillas por el rabillo de sus llamativos ojos. Г‰l le guiГ±Гі un ojo, y luego se alegrГі al ver que se sonrojaba antes de que ella le devolviera la mirada a su amiga.

Julian desviГі su atenciГіn al escenario mientras los aplausos llenaban el espacio. Varios actores se pusieron en fila haciendo una reverencia. Las luces se apagaron, antes de que el lujoso telГіn de terciopelo se cerrara para el intermedio.

Se puso de pie y estirГі las piernas, rГ­gido por estar sentado. QuizГЎs Lady Sarah sufrГ­a de la misma manera. Se inclinГі hacia ella. "Necesito urgentemente un paseo por el salГіn. ВїLe gustarГ­a acompaГ±arme, Lady Sarah?"

Ella inclinó su barbilla en su dirección, sus ojos se abrieron. “Yo—”

"EstarГ­a encantada de hacerlo", respondiГі Lady Havenshire.

Lady Sarah mirГі a su madre, con la mandГ­bula apretada, pero aceptГі el brazo ofrecido por Julian. Г‰l le sonriГі con entusiasmo. Lady Sarah le lanzГі una mirada acalorada, y Г©l sofocГі una risa.

"Creo que yo tambiГ©n preferirГ­a disfrutar de un paseo". Lord Shillington ofreciГі su brazo a Lady Jane.

Julian suspirГі. ВїNo habГ­a forma de escapar de los hermanos? Se tragГі su agravio. "Maravilloso". SaliГі con Lady Sarah del palco, y los hermanos los siguieron.

"Estoy bastante sedienta. Tomemos un trago", dijo Lady Sarah.

Julian la mirГі, pero ella se quedГі mirando al frente. "Como desee". Los dirigiГі hacia una mesa de refrescos. QuizГЎs podrГ­a aprovechar la oportunidad para conocerla mejor.

"ВїDe verdad le importan mis deseos?" Ella suspirГі.

Julian le dio una palmadita en la mano. "Por supuesto que me importan".

"Entonces deje de hacer esto... esto... lo que estГЎ haciendo. SГіlo detГ©ngase." Ella le mirГі fijamente. "DevuГ©lvame a mis padres."

Г‰l se calmГі y ella le quitГі la mano del brazo. Julian se encontrГі con su mirada. "ВїMe estГЎ pidiendo que pare quГ© exactamente?"

Sus ojos destellaron, mientras los posaba sobre Г©l. "No finja que no sabe de quГ© estoy hablando. Me persigue por alguna razГіn nefasta, y no lo soportarГ© mГЎs".

Г‰l se rio. "ВїNefasto, dice? Por favor, prosiga."

Lady Sarah puso una mano en su cadera. "Es un canalla imposible".

"ВїY si mis intenciones son honorables?"

"Entonces es un sinvergГјenza que las desperdicia conmigo." MirГі furtivamente alrededor de la habitaciГіn. "Pronto seremos la comidilla de todos. Deme su brazo."

Г‰l le dio su mejor sonrisa seductora. "Me acaba de decir que deje de gastar mi energГ­a en usted."

Un profundo ceГ±o fruncido superГі su encantador rostro. "HГЎgalo despuГ©s de que me devuelva a mis padres." Ella se acercГі a Г©l, tomГЎndolo del brazo.

Su cuerpo le dolГ­a al querer acercarla y capturar esos tentadores labios junto a los suyos. "LlegarГЎ el dГ­a en que apreciarГЎ mi energГ­a". Vio como un delicado rubor se deslizaba por sus mejillas.

"No vuelva a hablarme esta noche."

"Muy bien, guardarГ© mis palabras para maГ±ana." ApretГі su brazo sobre la mano de ella y se dirigieron hacia su palco.

Ella exhalГі mГЎs fuerte de lo que era apropiado.

La dama no parecГ­a ni un poco interesada en ser cortejada por Г©l, pero su constante rubor le decГ­a lo contrario. Necesitaba un aliado que lo ayudara a asegurar a Lady Sarah como su futura marquesa. QuizГЎs podrГ­a conseguir que Lady Havenshire ayudara a su causa. La esperanza ardГ­a en sus entraГ±as. Г‰l hablarГ­a con ella maГ±ana.




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